Partido Liberal: El desafío de mantener su liderazgo nacional.

Por: Gabriela Dájer y Manolo Vásquez

Siendo el partido político más longevo de Colombia, el Partido Liberal ha tenido que ser muy estratégico en los últimos años para continuar siendo una de las fuerzas políticas más importantes del país. Los liberales gozaron por muchos años de los beneficios de pertenecer a un sistema bipartidista, garantizándoles una mayor facilidad para obtener triunfos electorales a nivel nacional. A pesar de los principios constitucionales garantes del pluralismo de 1991 y la disolución del Frente Nacional, no fue hasta 2003 con la reforma política que los partidos tradicionales se enfrentaron electoralmente contra una creciente fuerza multipartidista. El multipartidismo en Colombia marcó el camino para el fortalecimiento de nuevos movimientos por fuera de los partidos tradicionales que llegaron a competir, con buenos resultados, junto al Partido Liberal en las próximas elecciones.

A pesar de competir en un sistema político multipartidista en donde cada año se expande la oferta de partidos y movimientos políticos con personería jurídica, el tradicional Partido Liberal ha sido capaz de mantenerse vigente gracias a su sólida presencia a nivel regional. En el 2019, el Partido Liberal obtuvo triunfos en 429 municipios de los cuales 225 fueron gracias a coaliciones interpartidistas, demostrando así el alto nivel de presencia regional que tiene en todos los departamentos de Colombia. Con aquellos resultados favorables en mente, el Partido Liberal hace una gran apuesta con miras a las elecciones regionales de 2023, siendo el partido político con mayor número de candidatos propios y en coalición disputándose la victoria electoral este 29 de octubre.

En 2019 el Partido Liberal presentó un total de 363 candidaturas propias y estableció 554 coaliciones con otros partidos. Sin embargo, en el año 2023, se observa una disminución en las candidaturas, con un total de 499 en las candidaturas por coaliciones, mientras que las candidaturas propias se redujeron a 285. Esta tendencia revela que el Partido Liberal ha perdido influencia, principalmente debido a la creciente fragmentación del panorama electoral provocada por la aparición de nuevos partidos y movimientos políticos. Actualmente, la creación de un partido político o un grupo significativo de ciudadanos (una alternativa a los partidos tradicionales) se ha vuelto más accesible gracias a estrategias como las coaliciones, y también, la obtención de personerías jurídicas a través del reconocimiento como víctimas del conflicto armado.

Para el año 2023, se registran un total de 37 partidos políticos vigentes, de los cuales el Partido Liberal ha forjado alianzas con 28 de ellos. Es interesante notar que las colaboraciones más destacadas del Partido Liberal se han llevado a cabo con el Partido Conservador, el Partido de la U y el Partido Cambio Radical: los otros competidores fuertes del panorama regional. Es viable afirmar que estas cifras demuestran que las alianzas del partido son más de carácter estratégico que ideológico. Pues con la fragmentación electoral a la que se enfrenta el Liberal debe recurrir a tácticas que le permitan seguir en el juego, y una de ellas es sumar fuerzas con los demás partidos tradicionales. Un análisis de la gráfica también revela que la mayoría de los partidos de izquierda, algunos de los cuales son relativamente nuevos en la escena política, cuentan con un menor número de coaliciones. Entre estos partidos se incluyen el Partido Comunes, el Polo Democrático, el Partido Todos Somos Colombia y Colombia Humana. Puede inferirse que estos partidos de izquierda podrían no ser tan beneficiosos para la estrategia de consolidación planeada por el partido, ya que no cuentan con bases territoriales ni son del todo afines en términos ideológicos o de prácticas políticas. Por último, es evidente que una considerable cantidad de partidos con los que el Partido Liberal ha formado coaliciones son partidos de reciente creación. Por lo tanto, podría inferirse que estos partidos pueden requerir el respaldo de un partido con una sólida trayectoria, como el Liberal, para fortalecer su presencia y posición en las elecciones. Esta colaboración resulta mutuamente beneficiosa, ya que contribuye a la estrategia del Partido Liberal y, al mismo tiempo, brinda a los partidos más jóvenes una plataforma para una mayor visibilidad y reconocimiento.

El número de candidatos del Partido Liberal lanzándose en coalición es significativamente mayor que el número de candidatos propios y obedece a una cierta distribución geográfica. Vale la pena resaltar que existe un patrón claro frente a las zonas en las cuales se han postulado candidatos propios del partido y en qué otras se ha predominado el modelo de coalición en el caso de los candidatos liberales. En primer lugar, podemos observar cómo las regiones tradicionalmente más liberales, en términos de afinidad ideológica con el partido o el liberalismo como tal, se observa una presencia preponderante de candidaturas propias del Partido Liberal. Entre estas regiones donde prevalecen las candidaturas propias de los liberales encontramos a la región pacífica, el suroccidente del país y la costa atlántica. Por otra parte, en las regiones de tradición más conservadora como la región andina predominan los candidatos liberales presentándose por medio de coaliciones a las próximas elecciones. Como vimos anteriormente, muchas de estas candidaturas en coalición incluso contemplan alianzas con partidos ideológicamente conservadores y de derecha, posiblemente buscando atraer un electorado diverso en las regiones antes mencionadas. Finalmente, una característica general evidente a nivel nacional es la altísima presencia regional que tiene el Partido Liberal, con una fortaleza particular en las periferias del país, dejando de lado distritos electorales importantes como lo es Bogotá, donde no cuenta con candidato ni propio ni en coalición.

Nuevo Liberalismo: El primer pulso con un triunfo probable

Por: Sara Fonseca Sandoval

El Nuevo Liberalismo es otro de los partidos que han recuperado su personería jurídica recientemente tras haber sufrido un tipo de violencia que les impidió continuar con su proyecto político. Nacido como disidencia del Partido Liberal, persistió hasta 1989 cuando Luis Carlos Galán, su fundador, fue asesinado. Tras recuperar su estatus, el partido ha participado en las elecciones legislativas y presidenciales de 2022. Tras dichas elecciones solo consiguió dos cúrules en la Cámara de Representantes, un fracaso con su lista cerrada para el Senado y un segundo lugar en la consulta de la Coalición Centro Esperanza. Esta será la tercera elección en la que se mida como partido con su personería jurídica recuperada y la primera elección regional en la que podrá identificar sus fortines en la política subnacional.   

Para esta ocasión el partido presenta 330 candidaturas: 177 propias y 153 en coalición. Con esta cifra, se convierte en el séptimo partido con mayor número de candidaturas propias y el noveno en número total de candidaturas (considerando las coaliciones).  Es un número destacable, pues se reincorpora muy recientemente a la política y ya se ubica entre los 10 primeros lugares, solo detrás de partidos más tradicionales y experimentados en elecciones de este tipo. Es de hecho el partido nuevo con más candidaturas en estas elecciones territoriales.


En el panorama de las coaliciones que el partido conforma, su principal socio es el Partido Liberal. En una estrategia similar a la de la Alianza Verde, los principales socios del Nuevo Liberalismo para hacer coaliciones son los partidos tradicionales, que ya tienen unas bases electorales en las regiones y conocen las prácticas típicas de la política subnacional. Ahora bien, cuando se examina la coherencia ideológica de las coaliciones conformadas por el Nuevo Liberalismo, se encuentra que en su mayoría son coherentes. Al ser identificado como un partido de Centro, es coherente conformar coaliciones con partidos en esta misma posición, o con partidos de centroizquierda o centroderecha. En cambio, sus coaliciones con el Partido Conservador, Creemos y el Movimiento de Salvación Nacional, menos numerosas pero no excepcionales, son incoherentes por tratarse de partidos ubicados ideológicamente en una derecha más radical.

A nivel geográfico se observa que el partido presenta candidaturas en casi todo el país, con excepción de la región amazónica. La distribución de las candidaturas revela una doble apuesta del partido: presenta candidaturas en los lugares donde mejores resultados obtuvo en las elecciones legislativas de 2022 (Zona andina – Cafetera) y busca expandirse hacía donde sus resultados fueron más pobres como la Costa Caribe. Igualmente, se destaca que presenta candidaturas en zonas urbanas y en las grandes ciudades.  A nivel de capitales, presenta candidatura en Bogotá, Cali, Cartagena, Pasto, Tunja, Manizales, Bucaramanga, Cúcuta y Villavicencio. Es de destacar el caso de Bogotá, pues se perfila como el gran fortín para el partido. En la capital, no solo obtuvo el mejor resultado en las legislativas (llegando a ganar una curul en la Cámara) sino que su candidato es el más opcionado para convertirse en el próximo alcalde de la ciudad. 

La conquista de la alcaldía de Bogotá, el que muchos denominan el segundo cargo más importante del país, daría mucha más relevancia al partido a nivel nacional y sería un impresionante triunfo para un partido que se mide por primera vez en elecciones territoriales.  En el resto del país, se debe comprobar si la alianza con partidos tradicionales le sirve para hacer una incursión exitosa en la política subnacional. 

ALIANZA VERDE: TRANSFORMACIÓN Y EXPANSIÓN

POR: Sara Fonseca Sandoval

Desde su surgimiento en 2009, el partido Alianza Verde se ha ido consolidando como una fuerza política en el país. Inicialmente surgido con la personería del M-19, el partido pretendía capturar el voto de centro que no tenía muchas opciones en el sistema partidista de entonces. Así, el partido se convirtió en un referente para el voto alternativo, de centro y urbano. En la política nacional ha tenido bastante éxito, que lo ha llevado a ser un actor con influencia y poder de negociación.  

En el ámbito de la política regional se debe mencionar que, durante mucho tiempo, Bogotá fue el gran fortín electoral del partido pues conquistó la alcaldía de la capital  y los ex alcaldes de la ciudad se convirtieron en figuras relevantes del partido. Además, el partido también logró gran relevancia en el departamento de Boyacá, siendo la primera red de poder local que consolidó.  Con el paso del tiempo, el partido se ha expandido más allá del centro del país y de las áreas urbanas. Las candidaturas a alcaldías presentadas en esta ocasión son clara muestra de esas transformaciones y expansión que ha logrado el partido. En 2019, el partido presentó 327 candidatos propios y 233 en coaliciones, mientras para 2023, el partido reduce el número de candidaturas con 284 candidaturas propias y 266 en coalición. Es el quinto partido con más candidaturas en total, y el tercero con más candidaturas propias. Los gráficos que siguen muestran que la configuración de las candidaturas del partido tiene continuidad y que la estrategia del partido en las elecciones locales es apostar en proporciones relativamente iguales por las candidaturas propias y por las coaliciones. Bajo dicha estrategia ganó en 2019 con candidaturas propias en 42 municipios y en 98 municipios con coaliciones.

Cuando se analiza el panorama de las coaliciones se encuentra que tanto en 2019 como en 2023, 4 de los 5 partidos con los que la Alianza Verde hace más coaliciones se repiten. El Partido Liberal, el Partido de la U, Cambio Radical y Alianza Social Indígena son los partidos con los que la Alianza Verde más constituye coaliciones en ambos periodos. Ello resulta paradójico dado que Cambio Radical y el Partido de la U son partidos con los que la Alianza Verde es incoherente ideológicamente al ser partidos de Centroderecha, mientras la Alianza Verde puede ser clasificada como de centroizquierda en la medida en que reúne tendencias orientadas al centro y a la izquierda. En 2019, la Alianza Verde tiene un número importante de coaliciones con partidos de izquierda como Colombia Humana, Unión Patriótica y el Polo Democrático, mientras que en este periodo 2023 hay mucha menos sociedad con este sector.

En 2023, la multiplicación de los partidos políticos, un gran número de ellos de centro, no fue sinónimo de crecimiento de las alianzas con partidos que fueran coherentes con sus posiciones ideológicas de centro izquierda. En lo regional, a diferencia de las elecciones nacionales donde las coaliciones son más coherentes con las posturas ideológicas, para un partido que quiere extender su presencia fuera de los enclaves tradicionales es más ventajoso aliarse con partidos que ya tienen un nivel de arraigo y pueden proporcionar cierta ventaja. Es decir, en lo regional prima lo estratégico sobre lo ideológico, lo que no es extraño, teniendo en cuenta que el factor ideológico no es tan definitivo en la política local como lo es en la política nacional. Los elementos claves en la política subnacional como la tradición política, las clientelas políticas, la reputación de los mandatarios anteriores y la capacidad de negociación con actores e intereses locales son bien dominados por los partidos tradicionales, la U y Cambio Radical, que aunque pierdan espacios en lo nacional siguen teniendo un gran poder regional y los hace indispensables para cualquier otro partido que quiera dar el salto de la política nacional a la subnacional.

Al inicio de esta entrada se señaló que la Alianza Verde fue un partido que nació con vocación urbana y que se concentraba principalmente en el centro del país. El mapa anterior que representa la distribución geográfica de las candidaturas muestra que ello ha cambiado. En primer lugar, la mayoría de las candidaturas son en las zonas rurales del país. De hecho, de las 15 ciudades principales del país solo tiene candidatura en 9 de ellas. Ni siquiera en Bogotá, su fortín tradicional presentó candidato debido a la falta de coordinación partidista y de un método de selección de candidatos que parecía pensado más para no tener candidato que pudiera incomodar a las varias facciones internas que para seleccionar uno  En segundo lugar, ya no es un partido concentrado en el centro del país, ha ampliado su presencia a algunos lugares del Pacífico, el eje cafetero y el Magdalena medio, aun si sigue relativamente poco presente en la costa Caribe.

Todo lo anterior permite apreciar las mutaciones del partido y las diferencia en su comportamiento respecto a la política nacional. Igualmente, conocer la forma en que se componen las coaliciones permite ver cómo se configura el poder en lo local y dilucidar la estrategia de los partidos para insertarse y competir en este nivel de la política. 

CANDIDATURAS A ALCALDÍAS 2024 – 2027: EL PANORAMA GENERAL

El próximo 29 de octubre, entre otros cargos, se elegirán los alcaldes de los 1122 municipios del país. Para esta elección hay un total de 6105 candidatos; es decir, un promedio de 5.5 candidatos por municipio. Además del gran número de candidatos debe considerarse que estos se han presentado a través de las distintas modalidades que el ordenamiento colombiano tiene previstas: el aval de partidos, los grupos significativos de ciudadanos y las coaliciones. El resultado de ello es un conjunto de candidaturas muy heterogéneas en su origen, en sus prácticas de campaña, pero, sobre todo, que dificulta a electores y analistas identificar claramente a los actores y fuerzas que compiten en esta elección.  Por tanto, esta será la primera entrega de una serie de análisis sobre las candidaturas a las alcaldías en la que se esbozará de manera general el panorama para esta elección.

Para realizar un análisis sobre el estado de las candidaturas a las alcaldías en el país, en primer lugar, se debe hacer una aproximación al tipo de candidatura o el origen de esta. La legislación electoral colombiana tiene previstas tres modalidades (ya mencionadas) de agrupación política que pueden avalar una candidatura. Contrario al lugar común que habla de un desplazamiento de los partidos políticos como avaladores de candidaturas, en el caso local, estos siguen siendo los principales actores en las campañas para las alcaldías, habiendo dado aval al 67% de los candidatos.  En segundo lugar, con una relevancia creciente, se encuentran las coaliciones entre partidos o de estos con grupos significativos de ciudadanos, que representan el 30% de las candidaturas.  Finalmente, los grupos significativos de ciudadanos solamente participan con el 3% de las candidaturas. En este último caso vale la pena anotar que se trata más bien de un tipo de candidatura con mayor fuerza en las grandes ciudades o ciudades intermedias donde los procesos de recolección de firmas son más fructíferos por el tamaño del electorado, cuenta con mayores sectores de voto alternativo para los que la imagen de independencia tiene algún tipo de efecto y en el que la recolección de firmas cuenta como una campaña adelantada y brinda mayor exposición a los candidatos. 

El caso de las coaliciones será analizado con mayor detalle en las entregas siguientes en las que se examinará cómo están conformadas y como se relacionan los distintos partidos políticos en este ámbito.  Por el lado de los partidos políticos, a continuación, tenemos el panorama general del número y el porcentaje de candidaturas presentado por cada uno de ellos (sin participar en coaliciones). 

Lo que muestran estos dos gráficos, es que, si bien el número de partidos políticos se ha multiplicado en los últimos años, los tradicionales (Conservador y Liberal) siguen teniendo fuerza importante en lo local y son los principales proveedores de avales para estas elecciones. Caso para destacar es el de la Alianza Verde que surgió como un partido principalmente urbano, alternativo y del centro del país pero que con el correr de los años se ha extendido a otras latitudes e incluso ha llegado a consolidar fuertes redes de poder local, como en el caso de Boyacá.  Por su parte, Cambio Radical y el Partido de la U, quienes junto a los tradicionales eran los partidos con mayor arraigo local y vínculos con casas políticas en distintas regiones del país, siguen jugando un rol importante pero que ha cedido lugar a otras fuerzas políticas. 

Por el lado de la izquierda, Colombia Humana ha avalado un número importante de candidatos para estas elecciones tratando de dar el salto al gobierno local, luego del éxito obtenido en las elecciones presidenciales y legislativas.  Los resultados para esta agrupación están por verse dadas las diferencias en el comportamiento electoral para las instancias nacionales y para las locales, en las que las clientelas, las redes de poder local, el arraigo de los partidos políticos y el desempeño de los mandatarios anteriores son factores decisivos.  A Colombia Humana, le sigue en su espectro ideológico Independientes, el partido de Daniel Quintero, que presentó un buen número de candidatos en Antioquía y otras regiones del país. Igualmente es de destacar el número de candidatura que presenta el partido de Roy Barreras, la Fuerza de la Paz, quien competirá por primera vez en elecciones con candidatos en todo el territorio nacional, mientras que otras agrupaciones con más tradición en este lado del espectro como el Polo Democrático, el Partido Comunista Colombiano, la Unión Patriótica y el Partido de los Trabajadores de Colombia, tienen un muy pequeño número de candidatos propios y han decidido unirse en coalición con más nuevos partidos como Todos Somos Colombia, ADA, Esperanza Democrática o MAIS. 

Por el lado de la derecha, el partido que más emitió avales fue el recién resucitado Movimiento de Salvación Nacional, seguido por el Centro Democrático, Creemos (Movimiento de Fico Gutiérrez) y Nueva Fuerza Democrática (Movimiento de Andrés Pastrana).  Por el lado de los partidos cristianos, se encuentra que MIRA no presenta ningún candidato, mientras que Colombia Justa Libres presenta pocos candidatos y prefieren optar por participar como miembros en coaliciones. Llama la atención el pequeño numero de candidaturas propias de Centro Democrática, otrora centro de gravedad de la derecha, que le apuesta mucho más a coaliciones ahora.

Finalmente, el sector de centro se ve representado principalmente en los partidos nuevos que han surgido. Por ejemplo, el Nuevo Liberalismo cuenta con un número importante de candidatos en todo el país. Caso similar es el de Dignidad y Compromiso, En Marcha y la Alianza Social Indígena.

Cuando se realiza el análisis incluyendo las coaliciones en que el partido participa, se encuentra que el panorama cambia. El Partido Liberal, el partido de la U, el Partido Conservador, la Alianza Social Indígena (ASI) y la Alianza Verde, son los partidos que para este periodo han establecido un mayor número de coaliciones. Así, los partidos antes mencionados que sorprendían por su bajo número de candidaturas como Cambio Radical, el Partido de la U y Centro Democrático se perfilan mejor en el panorama de las candidaturas al haber optado mayoritariamente por las coaliciones. En cambio, Colombia Humana que dentro del rubro de las candidaturas por partidos tenía un número importante, cuando se analiza dentro del panorama más general que incluye a las coaliciones, ya no tiene igual preponderancia. 

Igualmente, el gráfico anterior permite ver el consolidado del número de candidaturas en las dos modalidades que admiten la participación de los partidos políticos. Así, el panorama de las candidaturas es coherente con las tendencias en elecciones locales en la que los 4 partidos más fuertes son los que para esta elección tienen el mayor número de candidaturas: Liberal, Conservador, Partido de la U y Cambio Radical.

La composición de las coaliciones, así como la distribución geográfica de las candidaturas serán analizados con detalle en las entradas posteriores. 

Senado: Diferencia entre pre conteo y escrutinio

En Colombia, la entrega de los resultados electorales era reconocida por la rapidez y precisión con que eran conocidos datos de la elección. A diferencia de otros paises donde se han adoptado las exit polls para estimar el resultado horas después de la elección, en Colombia se adoptó el preconteo como la forma de divulgación para dar un panorama general de la elección. Luego, se surtía la etapa del escrutinio en el que se hacía la verificación de los datos entregados en el preconteo, mismos que usualmente no sufrían muchos ajustes. 

Este año, la elección legislativa que tuvo lugar el 13 de marzo se volvió memorable, entre otras cosas, por el reclamo de los partidos políticos frente al resultado. Las imágenes del tarjeton marcado por los electores en lugares en los que no había registrado voto alguno para el  partido o candidato, despertaron las sospechas. Así,  los candidatos y los partidos acudieron a rectificar el número de votos registrados, lo que terminó en una reconfiguración importante de las curules inicialmente anunciadas. Aunque en principio se habló de fraude, es posible que el cansancio y la poca preparación de los jurados de votación, sumado al diseño de los formularios E-14, la mezcla de voto preferente y votos a listas cerradas, y los problemas con la transmisión hayan contribuido a ese desfase tan importante en los datos. 

 A poco más de cuatro meses de la elección, se han publicado los resultados del escrutinio. Por tanto,  el propósito de este informe será analizar dichas diferencias. 

En 383 de los 1123 municipios del país no hubo cambios entre los datos del pre-conteo y aquellos del escrutinio. Los 174 municipios donde hay una diferencia negativa mayor entre ambos datos (es decir, que con el escrutinio se verificó que había menos votos de los registrados inicialmente), se ubican en el centro del país y Magdalena principalmente. Por su parte, el lugar donde hay una mayor diferencia positiva es en el pacífico, la Amazonía y los Llanos Orientales, donde incluso alcanza diferencias del 40%.  La diferencia positiva se encuentra en 560 municipios, lo que indica que, en todos estos casos, los partidos encontraron votos no registrados.

También se debe considerar que este mapa muestra la existencia de una brecha en la dinámica entro lo urbano y lo rural. Por un lado, se encuentra que en las zonas rurales, la diferencia de los votos tiende a ser negativa. Por el otro, en las zonas urbanas se registraron diferencias positivas, aumentando el número de votos. Aunque las mayores diferencias se encuentran en pequeños municipios, especialmente del Pacífico, también es destacable el caso de algunas capitales y de los consulados. Mocoa, Cartagena, Popayán, Cali, Pasto y Bogotá son capitales en las que la diferencia en los resultados es superior al 5%, siendo importante.  La diferencia en las zonas urbanas tiene dos consecuencias. En primer lugar, reafirma la tesis para desmentir la existencia de un fraude pues el gran número de votos a contar hace más probable que existan errores. Por otro, explica la ventaja que adquiere el Pacto Histórico en el escrutinio, pues la diferencia positiva se presenta en las zonas en que la agrupación política tiene mayor ventaja, aunque la correlación entre ambas variables solo alcanza R= 0,36. 

El gráfico anterior muestra el porcentaje de crecimiento o decrecimiento de la votación de los partidos entre el pre- conteo y el escrutinio; es decir, que porcentaje de los votos del escrutinio es la diferencia de votos que se registra entre ambas etapas. Ahora bien, al analizar el panorama general de los partidos se encuentra que en general no hay grandes variaciones, pero que los resultados de un partido modifican toda la composición de la corporación. Entre los partidos más grandes, es decir aquellos que lograron alcanzar una curul no hay grandes variaciones entre ambos conteos, pues no superan el 2%. Por su parte, en los partidos pequeños o movimientos que no alcanzaron curul se ve que hay un porcentaje de diferencia más significativo, pero ello obedece a que, por haber obtenido una pequeña cantidad de votos, las brechas se vuelven más importantes.

Sin embargo, un caso a resaltar es el del Pacto Histórico, partido para el que la diferencia de votos es del 20%. El hecho de que el Nuevo Liberalismo, Estamos Listas, Gente Nueva y Salvación Nacional, partidos que también se presentó por medio de listas cerradas, también tengan una diferencia significativa, refuerza la idea de un error en el registro de los datos por parte de los jurados de votación y en el área de transmisión de datos por la ubicación de las casillas para las listas cerradas que eran poco visibles. 

La diferencia para el Pacto Histórico en el número de votos, le permitió alcanzar nuevas curules a las anunciadas inicialmente. En consecuencia, aunque el Partido Conservador, el Partido Liberal, la Alianza Verde y Centro Democrático no perdieron votos en el escrutinio, sí perdieron curules en favor del Pacto Histórico.  Gracias al escrutinio, la agrupación del hoy gobierno, logró alcanzar 4 curules adicionales para sumar al ya histórico resultado para la izquierda en el país.

El ajuste en el conteo, sirvió al Pacto Histórico para construir toda una narrativa de persecución del sistema hacia ellos de cara a la elección presidencia y sembró dudas sobre la transparencia de la Registraduría que permearon a las posteriores etapas electorales. La derecha también hizo lo propio apropiándose de la narrativa de un fraude en su contra, por lo que incluso se exigió el reconteo. Hoy, con el congreso ya posesionado y habiendo la mayoría de partidos políticos declarado su posición frente al gobierno, el panorama de gobernabilidad para Petro es favorable, gracias a sus excelentes resultados en la elección legislativa y su capacidad de hacer alianzas con los partidos mayoritarios.